De los ratones a encontrar una familia

Hay muchas cosas que nos asustan: la muerte, la enfermedad, la impotencia, perder a alguien …

En Loikaw, Myanmar, las mujeres y niñas viven con miedo. Miedo al conflicto armado, miedo a sufrir una violación, o ser golpeada o asesinada. Miedo a las guerras tribales, miedo a que en la vida no haya nada más que silencio y lágrimas. Muchas niñas quedan huérfanas o abandonadas en los bosques, si tienen suerte, frente a las iglesias.  G. es la sexta de diez hermanos y ha sido confiada al párroco de su pueblo, Thit Kyte. El año pasado, la aldea fue golpeada por una invasión de ratones que se comieron su comida, ocuparon su casa, los mordieron y los aterrorizaron. El párroco llevó a G. a la Casa de Acogida en Via Pacis. Estaba herida, asustada y había sobrevivido a una situación de abandono. En esta casa, G. recibió tratamiento y comenzó a estudiar. Las religiosas le dieron cariño, le dieron comida y la esperanza de no tener más miedo. Ahora G. está bien y, si alguien la ayuda, podrá quedarse en la Casa de Acogida, donde finalmente se ha encontrado una familia.

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