América del Sur

La situación en América del Sur es cada vez más compleja. La mayoría de la población, incluso antes de la pandemia, vivía en condiciones precarias, sin un trabajo permanente. Tanto en Colombia como en el Ecuador, el orden de aislamiento ha puesto aún más de manifiesto la fragilidad social de estos países. Los gobiernos insisten en que quedarse en casa es la forma más eficaz de prevenir la propagación del virus. Sin embargo, el Estado no ayuda a las familias a mantenerse y muchos dicen que «si el virus no nos mata, el hambre nos matará».

El cierre de escuelas es un factor agravante en esta situación ya de por sí difícil: los niños no sólo reciben educación en las escuelas, sino también comidas a través de programas financiados por el Estado. Por el momento, no se sabe cuándo van a reabrir.

Pronto se cerrarán tanto las pequeñas como las medianas empresas, que en estas zonas son la única fuente de empleo para los pocos que tienen trabajo. Muchas personas ya han sido despedidas, mientras que a otras se les ha dicho que se queden en casa, que volverán a trabajar después de la emergencia, pero durante esta pausa no recibirán ninguna paga.

Colombia: actualizaciones

Las infecciones siguen aumentando y el confinamiento se ha prolongado. Debido al bloqueo impuesto por el gobierno, muchas actividades han cesado y muchas empresas han cerrado. También se ha suspendido la renovación de la casa que iba a albergar a algunas madres-hijas.

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